Versión
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Tracas y petardos Fallas |
Si eres de los que odia el
ruido, Valencia
en Fallas es el lugar perfecto para
ti.
Porque durante la semana
fallera, el ruido se
convierte en música.
Todo empieza en Valencia cuando
miles de personas se agolpan, desde el día uno de
marzo, en la plaza del Ayuntamiento para asistir
a un concierto increíble: la mascletá. A las dos
de la tarde, el pirotécnico, cual director de orquesta
con su batuta de fuego y color, comienza a dirigir
una orquesta de vientos y percusiones invisibles
que se alzan al aire llenando de música Valencia entera.
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Tracas y petardos Fallas
Valencia |
Todo es ruido, estruendo, frenesí...
pero cambiando por completo el sentido de cada término...
En realidad, cada mascletá interpreta una melodía
en la que se pueden distinguir el ritmo, el tempo
y sobre todo, el climax, el llamado terremoto, en
el que se queman más de cien kilos de pólvora...
En el aire, las fanfarrias de los enormes petardos
de las mascletas recuerdan a Soler y Bach. Y el disparo
de tierra, abstracto, contundente y hermosamente
violento, suena a Korsakov y Stravinski....porque
la primavera vuelve a consagrarse...
Y así, contagiados
por el éxtasis de la pólvora, desde el 15 de marzo,
más de un centenar de pirotécnicos alzan al aire
sus batutas para ejecutar miles de exaltaciones a
la tierra valenciana a lo largo y ancho de Valencia.
Una ciudad que lleva días bullendo por el calor que
le da la gente que la disfruta...
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Tracas y petardos Fallas |
Porque las
Fallas son una fiesta
que se vive en la calle, en la que miles de personas
pasean fundiéndose con esa ciudad que no se detiene...
Y así, los ruidos típicos de una gran urbe, se fusionan
con las risas, la pólvora, la algarabía, las voces,
las músicas de los casales y locales de ocio y el
ambiente de fiesta, formando una caótica amalgama
de sonidos que, poco a poco, se va convirtiendo en
una armoniosa sinfonía de felicidad. Porque cualquier
sonido, en esta tierra, equivale a música...
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Y siendo Valencia tierra de músicos, no podían
faltar las bandas y el tabalety la dolçaina. Cada
nota que fluye en el aire llena una calle entera
y completa el concierto vital de los días y las noches
de Fallas...
¿No oyes que algo está sonando? Sí,
seguro...¡sal rápido a disfrutarlo! ¡No hay duda!
¡Ya suena a Fallas! |